Los insultos existen hasta dentro de los ojos de los más
inocentes. Palabras que simulan libertad o confianza entran y salen más rápido que el pestañeo que
se dirige no a ti, si no a la persona que esta más a la izquierda de tu hombro
derecho . No se como interpretarte , no se donde disparas, que pretendes ,ni
que quieres. No me huelen bien tus bonitas intenciones ,quizá sea yo la que de
algún modo se siente “aludida” a ser escupida . Esta situación requiere tiempo,
pero también requiere distancia . Si de algún modo es lo que pretendías ,estoy
de acuerdo en que has conseguido explotar mi paciencia. La gente no enseña lo
que pretende, porque lo que se pretende es siempre secreto de sentimiento. Si
no grito es porque no me interesa . Querido caballero su intención es querer
más que dañar, pero limita el limite ,porque no has aprendido a calibrar las
palabras para saber hasta donde puedes ilusionar y hasta donde empiezas a hacer
daño inconscientemente . La señora o la señorita que intenta persuadir la inexistencia de la retina de los ojos
color caramelo más observadores desde mi creencia que el propio eclipse
detective de todo aquello que percibe el sueño de ver la verdad,mis ojos. La confianza
no la regalo al segundo de haberte creído conocer, tampoco lo contrario a la
tensión y para nada vendo mi humilde humor a quien escupe insultos pasados dentro del presente en el que juzgar sin
conocer se convirtió en el ritual de nuestra relación. Amor, si no trato es
porque no me fío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario